Hay decisiones que no admiten titubeos cuando se trata de mantener de pie la maquinaria básica de un Ayuntamiento, el pago puntual a los trabajadores 
y la continuidad de los servicios públicos 
. En ese terreno, el Cabildo de Navojoa tomó una decisión clave al aprobar la contratación de un crédito de hasta 32 millones de pesos 
. Más que un riesgo de endeudamiento, se trata de un instrumento financiero diseñado para preservar la movilidad operativa del municipio, evitar la asfixia presupuestal de cierre de año 
y garantizar que las áreas esenciales sigan funcionando.
En los municipios mexicanos, particularmente en aquellos con ingresos propios limitados, recurrir al financiamiento de corto plazo suele verse como una alarma
. Pero en este caso ocurre lo contrario, la figura del crédito funciona como un mecanismo de liquidez
, plenamente validado por la Ley de Disciplina Financiera
, que permite a la administración cumplir con sus obligaciones sin sacrificar operatividad ni comprometer recursos futuros.
Y es que Navojoa no llega a este punto con desorden, sino con un comportamiento crediticio saludable
. Los dos financiamientos solicitados en el año —uno por 10 millones para la compra de 20 pick-ups destinadas al organismo operador 
, y otro de 5 millones del Fondo Revolvente Sonora, destinado a maquinaria pesada
— han sido ejercidos, amortizados y administrados con eficiencia, manteniendo un perfil de deuda sostenible y un ritmo de pago puntual. En términos estrictamente financieros, el municipio ha mostrado solvencia operativa, capacidad de pago y disciplina en su ciclo de amortización, elementos que permiten acceder nuevamente al crédito sin poner en riesgo las finanzas públicas.
La Tesorera Municipal, María del Rosario Santiago Vizcarra, expuso con claridad el marco en el que se mueve esta decisión. Según la Ley de Disciplina Financiera, Navojoa tiene para el ejercicio 2025 un techo máximo de endeudamiento de 66.6 millones de pesos
, cifra calculada con base en el 6% de los ingresos disponibles. El propio Cabildo ya había aprobado en la Ley de Ingresos 2025 que el municipio requería hasta 65 millones de pesos para atender necesidades operativas y de inversión.
De esa bolsa autorizada, Navojoa solo había utilizado 15 millones
. Es decir: el municipio se mantuvo por debajo de sus propios márgenes de financiamiento, dejando aún disponibilidad crediticia suficiente y una estructura financiera sana.
A ello se suma un dato que hay que subrayar, el Ayuntamiento obtuvo un sobreingreso de 28 millones de pesos
y logró ahorros significativos gracias a la compra de maquinaria de contado —una estrategia poco común en los municipios, donde ese equipamiento suele adquirirse a crédito. Comprar de contado no solo evitó intereses futuros, sino que permitió capturar mejores precios y reducir el costo total del activo.
Porque cerrar un año fiscal implica enfrentar gastos rígidos:
• Nóminas 
• Obligaciones patronales
• Combustible 
• Alumbrado público 
• Recolección de basura 
• Mantenimiento urbano 
Rubros que no pueden detenerse ni posponerse. Y al haber destinado recursos propios para fortalecer el equipamiento municipal —que normalmente se habría financiado a crédito— el cierre del ejercicio requiere liquidez operativa inmediata
.
Es decir, no se está pidiendo un crédito por desorden, sino precisamente porque se administró con orden.
Se pagó de contado lo que comúnmente se financia, se invirtió en equipamiento estratégico
y ahora se recurre al crédito para cumplir con obligaciones laborales y de servicios básicos, sin poner en riesgo el funcionamiento municipal.
En términos presupuestales, este financiamiento funcionará como un crédito de flujo, no como una expansión de deuda estructural. Su objetivo es sostener la operatividad del municipio, mantener las áreas públicas en marcha
y evitar cualquier forma de parálisis administrativa
.
Las obligaciones de fin de año son inevitables, y la figura del crédito permite cubrirlas sin descapitalizar al municipio ni sacrificar inversión futura.
En un contexto donde muchos gobiernos locales padecen falta de liquidez, la clave no es demonizar el crédito, sino administrarlo con disciplina, transparencia y pagos puntuales 
. Y cuando un Ayuntamiento demuestra ese comportamiento financiero, recurrir al crédito no solo es legítimo, es responsable
.

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